"Caminé tras ella. A mitad de cuadra se detuvo frente a un predio cercado por un alambrado. Tras éste, se levantaba— o se caía dado el caso— una soberbia casona de principios de siglo XX. Una de esas típicas construcciones que hicieron los inmigrantes italianos, que parecían hechas para albergar a gigantes. No había puertas, y las ventanas tenían los vidrios rotos. Los pastos de la entrada eran tan altos como un niño de cinco años, y en toda la vivienda, que amenazaba con desmoronarse de un momento a otro, se extendía una enredadera que seguramente había crecido libre durante años."
El Bosque que Crece por las Noches
Próxima #17 (2013)
No hay comentarios:
Publicar un comentario