"Mientras exista la posibilidad de quiebra, puede suceder que haya personas que pierdan su trabajo remunerado y por tanto su fuente de ingresos. Éste es uno de los motivos por los que en el sistema de la economía del bien común todas las personas se tomarán un año por década en su vida laboral para dedicarse a otras cosas. En cuarenta años, serían cuatro años por persona. Desde el punto de vista de las circunstancias actuales, se liberaría alrededor del 10 por ciento de puestos del mercado laboral. Sólo con esta medida se resolvería la cuestión del paro laboral en la Unión Europea; los que estén haciendo una pausa, estarían de año sabático. Durante este año sabático percibirían el salario mínimo legal o bien un sueldo fijado de manera democrática. El hecho de que todas las personas disfrutarían por igual esta «carencia de trabajo remunerado» no deja lugar a un debate envidioso. Todos son tratados por igual, nadie financia a nadie. Esta opción vital no sólo subiría la autoestima de muchas personas que actualmente están de paro, sino que también incrementaría la sensación de libertad, porque los años se pueden emplear para ampliar la formación, ocuparse de la familia, el arte, el ocio, la naturaleza o cualquier otra pasión. Disminuiría el valor de los puestos de trabajo productivos y remunerados mientras que se revalorizarían otros contenidos vitales."
La Economía del Bien Común (2012)
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