"Pensemos en el arte de hacer dinero. Los griegos tenían una palabra para eso: Chrimatistikos. Pero nosotros tenemos que interpretarla con mayor amplitud, adaptarla a la situación actual. Porque el dinero dio un giro. La riqueza se convirtió en riqueza por su propio bien. No existe otra clase de inmensa riqueza. El dinero perdió su calidad narrativa, el modo en que fue descripto alguna vez. El dinero habla por sí mismo.
[...] Imagínate cuánto me avergüenza estar ante algo que se hace llamar idea. Una idea es tiempo. Vivir en el futuro. Mira correr esos números. El dinero hace tiempo. Antes era todo lo contrario. El tiempo aceleró el avance del capitalismo. La gente dejó de pensar en la eternidad y comenzó a concentrarse en las horas. La medición por horas, horas-hombre, ayudan a que el trabajo sea más eficaz. Es una cibercapital que creó el futuro. [...] Porque el tiempo ahora es un activo empresarial, pertenece al sistema de libre mercado. El presente es difícil de encontrar. Está siendo succionado del mundo para abrir paso a un futuro de mercados sin control y potenciales inversiones importantes. El futuro se volvió insistente.
Por eso pronto sucederá algo. Quizás hoy. Para corregir la aceleración del tiempo y que la naturaleza vuelva a la normalidad, más o menos. Tienes que entender: cuánto más visionaria es la idea, afecta a más gente; de eso se trata la protesta. Las visiones de tecnología y riqueza, el poder de la cibercapital, enviará a la gente a la alcantarilla para morir. ¿Cuál es el defecto de la racionalidad humana? ¿Cuál? Pretende no ver el horror y la muerte al final de los planes que trama. Es una protesta contra el futuro. Se resisten al futuro. Quieren normalizarlo, evitar que aplaste al presente. El futuro es plenitud, allí todos somos altos y felices. Por eso fracasa el futuro. Nunca será el sitio cruel y feliz que queremos que sea.
[...] La necesidad de destruir es algo creativo. También es el sello del capitalismo: la destrucción obligatoria. Las antiguas industrias tienen que ser eliminadas de raíz. Los nuevos mercados tienen que implantarse por la fuerza y los antiguos mercados tienen que ser reexplotados. Destruir el pasado. Crear el futuro. [...] Eso es la genialidad. Los genios alteran los términos de su hábitat.
La tecnología es vital para la civilización porque ayuda a crear nuestro destino. No necesitamos a Dios, milagros ni vuelos de abejorros, y también es innegable que sucederá sea como sea. [...] La gente no morirá. La gente será absorbida en corrientes de información. Las computadoras morirán. Están muriendo en su forma actual. Están casi muertas como unidades definidas. Un gabinete, una pantalla, un teclado se funden en la textura del diario vivir. ¿Es o no es verdad? Hasta la palabra computadora suena tonta y subdesarrollada."
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