sábado, 12 de noviembre de 2016

¿Roma o Alejandría?

"Allá lejos en Roma, sin que yo lo supiera en aquel momento, Octavio también vio el cometa, que apareció justo cuando estaba celebrando sus juegos cesarinos entre el 20 y el 30 de julio. La aparición del cometa causó sensación entre el pueblo, que la interpretó como yo: todo el mundo comprendió que era César, ya aceptado entre los dioses.

Octavio proclamó inmediatamente la divinidad de su «padre», hizo colocar la estrella sobrenatural en las sienes de las estatuas de César y anunció que a partir de aquel momento todas las monedas reproducirían la imagen de César con su estrella celeste.


Octavio también consideró, sin que yo lo supiera en aquel momento, que el cometa era una llamada a su persona, una llamada en la que se le anunciaba su destino y se le exigía no descansar jamás hasta haber vengado el asesinato de César.

Aquella noche ambos fuimos llamados a las armas por César, ambos experimentamos el deseo de vengarle y de completar su obra, pero para poder hacerlo, cada uno de nosotros necesitaba destruir al otro. César tenía dos hijos, pero solo podía haber un heredero. César tenía una visión de un futuro imperio mundial pero ¿cuál debería ser su centro, Roma o Alejandría? Por su situación y su espíritu, ¿sería oriental u occidental? ¿Y quién lo presidiría?"

Memorias de Cleopatra (1997)

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