sábado, 6 de enero de 2018

El Inventor de la Eternidad


"Tendido sobre una cama con patas de toro, el anciano tenía en el rostro la máscara de la muerte.

—Mis horas están contadas —afirmó con voz ahogada—, y no asistiré al gran consejo. Quiero conocer la magnitud de tu visión.

Imhotep no le ocultó ninguna de sus intenciones.

—Vuestra opinión es extremadamente importante —concluyó—. Si es negativa, se lo advertiré al rey y tal vez renunciemos.

—Ayúdame a sentarme.

Con las mejillas hundidas y la mirada fija, Hezyre agotó sus últimas fuerzas.

—Realiza la Gran Obra de Faraón, erige ese monumento hacia el cielo. El futuro de Egipto depende de ello. Sé tan firme como la piedra, no te quejes nunca, resiste a las agresiones y trabaja sin descanso. Haz penetrar la vida en el corazón de lo muerto.

Y, tras decir eso, el anciano se quedó paralizado, con los ojos ligeramente alzados hacia el más allá."

Imhotep: El Inventor de la Eternidad (2013)


No hay comentarios:

Publicar un comentario